Los volantes y las siluetas sin hombros característicos de la colombiana captan a la perfección el espíritu latinoamericano y han calado hondo tanto en la industria como en los consumidores. El uso que hace Ortiz de los colores vibrantes y las siluetas femeninas ha demostrado ser un éxito comercial, lo que le ha granjeado distribuidores en todo el mundo y una clientela fiel.
La diseñadora se ha convertido en una especie de embajadora de la moda colombiana y ha sido invitada a presentar sus colecciones en la Casa Blanca de Washington y en las Naciones Unidas de Nueva York. Actualmente se está expandiendo en nuevas categorías, habiendo debutado en la moda nupcial con una colección exclusiva para el minorista electrónico Moda Operandi.
Ortiz estudió diseño de moda en Florida y se graduó con honores en el Art Institute de Fort Lauderdale antes de regresar a Colombia para fundar su marca de alta costura homónima en 2001. No fue hasta 2014 cuando empezó a desfilar en Colombiamoda, en Medellín, y en el Círculo de la Moda, en Bogotá, dos de las semanas de la moda más importantes del país. Al año siguiente, llevó la marca a todo el mundo con una colección exclusiva para Moda Operandi, y hoy está presente en algunos de los principales minoristas del mundo, como Neiman Marcus, Lane Crawford, Bergdorf Goodman y Net-a-Porter.
Ortiz está orgullosa de su herencia, que influye mucho en su estética creativa. En un esfuerzo por devolver algo a la comunidad, su marca da prioridad al trabajo con las comunidades indígenas y las mujeres de Colombia.
Fuente de la biografía: Business of Fashion